El Barça empieza la limpia con Mingueza pero no le llega para inscribir a los fichajes

El Barcelona empieza su limpia de jugadores. Óscar Mingueza ha sido traspasado al Celta de Vigo, siendo el primero de los descartes de Xavi Hernández en abandonar el club. El conjunto azulgrana ingresará cerca de tres millones de euros por la venta del jugador, un dinero que sigue siendo insuficiente para abordar la inscripción de los últimos fichajes culés.

La directiva barcelonista tiene aún mucho trabajo este verano. El club no ha parado en lo que se refiere a reforzar la plantilla, pero ahora toca cuadrar números para poder adaptarse al límite salarial impuesto por Tebas y que, por otro lado, el Barça tiene en negativo.

Dada la situación económica blaugrana, deben adaptarse a la ley del tres a uno, que consiste en poder utilizar una tercera parte del ahorro conseguido por las ventas y la descarga de masa salarial. Por lo que de la salida de Mingueza, que además tenía uno de los sueldos más bajos de la plantilla, podrán utilizar para inscribir poco más de un millón.

De Jong y Memphis, salidas necesarias

Xavi no cuenta con buena parte de sus jugadores, a los que comunicó que deberían buscarse destino y no se llevó a la gira norteamericana. Neto, Umtiti, Riqui Puig y Braithwaite deben encontrar equipo, con lo que el Barça conseguiría rebajar mejorar ligeramente su situación, pero aún así seguiría siendo insuficiente para abordar las inscripciones en Liga de sus fichajes.

Para que Raphinha, Lewandowski y Koundé puedan jugar el próximo curso con la elástica azulgrana en la competición deberán desprenderse de más jugadores, con salarios mayores. También sucede lo mismo para inscribir a Dembélé, puesto que una vez que agotó su contrato el 30 de junio cuenta como nuevo fichaje.

Por ello, el Barça necesita dar salida a más jugadores aparte de los descartes de Xavi. Para que el club pueda aprovechar a los jugadores por los que se ha gastado más de 150 millones de euros necesita vender a Frenkie de Jong y a Memphis Depay. Los dos se encuentran en una situación límite, puesto que el club les obliga a rebajarse drásticamente su salario o marcharse, incumpliendo lo firmado en el momento de su llegada, con una forma de actuar, según apuntan desde los sindicatos de futbolistas, nada ética.